Domina tu Destino: Cómo las Virtudes Pueden Potenciar tu Éxito Personal

24 minutos de lectura

Cuando la vida es un desastre

A todos les pasa de tener periodos malos.

Si tuviera que describir con una sola frase, mi vida de los últimos 6 meses diría:

Un desastre tras otro.

Todo empezó con un acontecimiento bueno: mi pareja se empezó a trabajar como alcaldesa del pueblo. Algo por lo que alegrarse, ya que le gusta mucho cuidar de la gente y del pueblo.

Sin embargo, este nuevo capítulo trajo consigo ajustes en mi vida profesional. Marina, que trabajaba conmigo en la agencia de marketing, tuvo que dejar de atender a nuestros clientes debido a sus responsabilidades como alcaldesa. Esto significó empezar de cero para ambos.

A nivel personal, me enfrenté a diversos problemas de salud que me obligaron a pasar largos periodos en cama, incapaz de entrenar o trabajar. Esta situación afectó mi rutina y poco a poco empecé a sentirme desconectado, sin energía, motivación y procrastinando tareas importantes.

El 27 de septiembre, tuve que someterme a una operación vascular, lo que me mantuvo postrado en cama durante un mes. Durante ese tiempo, me cuestionaba cómo recuperar el control de mi vida y volver a vivir bien.

¿Como puedo volver a tomar el control de mi vida y volver a vivir bien?

Después de un mes en la cama, me comprometí en volver a construir una rutina saludable, esto significa dejar de lado el móvil, practicar la meditación diaria y retomar el entrenamiento, entre otras cosas. A pesar de las dificultades iniciales, logré establecer estos hábitos positivos.

Sin embargo, en menos de una semana, una contractura dorsal y un esguince en el tobillo pusieron a prueba mi determinación.

La búsqueda de la felicidad y las virtudes

El objetivo de todos seres humanos es, o debería ser, experimentar la felicidad eudaimonica.

Los antiguos filósofos estoicos nos enseñaron que el camino hacia una vida plena radica en conectar con nuestro «eudaimon», ese espíritu bueno que reside en nosotros y que los antiguos romanos llamaban «el Genio».

Hoy, los psicólogos contemporáneos se refieren a esto como «nuestra mejor versión» o «nuestro potencial».

Dar pasos en este camino es esencial, ya que comprender la importancia de vivir con virtud marca la diferencia entre una vida satisfactoria y una mediocre.

A lo largo de las civilizaciones, diversas ideologías han guiado a las personas hacia decisiones que promueven una vida plena. Hablo de religiones, cultos, filosofías de vida e incluso política. A pesar de las diferencias entre ellas, todas comparten una premisa fundamental:

Para vivir bien, debemos actuar con virtud.

Las virtudes: La brujula hacia el bien

Las virtudes son cualidades que nos orientan hacia el bien, un concepto explorado por el fundador de la psicología positiva, Martin Seligman. Este pionero inició la catalogación de todas las virtudes presentes en la filosofía antigua y en diversas tradiciones religiosas y espirituales.

Ya sea en el Judaísmo, Islamismo, Cristianismo, Filosofía estoica, Taoísmo, Confucianismo, Hinduismo, Budismo y muchos otros movimientos, existe un denominador común: todas comparten esas mismas virtudes.

Numerosas investigaciones respaldan la idea de que aquellos que practican las virtudes cotidianas tienden a experimentar una mayor felicidad en comparación con aquellos que no lo hacen.

Si bien en la actualidad se han identificado 24 virtudes (puedes consultar la lista aquí: enlace), me gustaría compartir contigo mi perspectiva personal sobre estas virtudes.

Las virtudes más importantes

SABIDURÍA: La luz en el camino

Se te presenta una dificultad y se te ocurren varias formas de superarla. La sabiduría es el fruto del conocimiento acumulado a lo largo de la vida, una guía que nos ayuda a tomar decisiones para vivir bien y alcanzar nuestros objetivos.

Dentro de la sabiduría, se despliegan otras virtudes que considero fundamentales:

  1. Amor por el aprendizaje: Nunca te aburre aprender como funcionan las cosas. Esta virtud está ligada al placer de profundizar en diversos temas y desarrollar constantemente nuestro conocimiento.
  2. Curiosidad: Igual que de pequeño, siempre tienes ganas de aprender nuevos temas. La curiosidad es la fuerza que nos impulsa a descubrir cosas nuevas, ya sea información, pasatiempos, habilidades, y más. Es el motor que nos mantiene en constante exploración. La curiosidad también sirve para observar qué estamos haciendo con nuestra vida y como podemos mejorar.
  3. Perspectiva: Tiene una imagen de como funciona el universo. Es la capacidad de ir más allá, entender el funcionamiento del mundo y conectar temas entre sí. Obtener una perspectiva amplia nos permite abordar la vida con mayor comprensión y discernimiento.

Estas virtudes no solo enriquecen nuestra mente, sino que también nos guían hacia un camino de descubrimiento constante y crecimiento personal. La sabiduría, con sus virtudes asociadas, se convierte en la brújula que ilumina nuestro camino hacia una vida plena.

AUTODOMINIO: El arte de gobernarse a sí mismo (y crecer)

Si la sabiduría nos señala el qué hacer, el autodominio representa el cómo llevarlo a cabo. Es la habilidad para regular y gestionar de manera adecuada nuestros pensamientos, emociones, impulsos y comportamientos.

Dentro del autodominio, encuentro otras virtudes de gran relevancia, y entre mis favoritas se encuentran:

  1. Areté: Estás conectado con tu mejor versión y expresas tu potencial. Areté es la capacidad de conectarse con el presente y actuar con virtud. El Areté nos impulsa a ser auténticos y a manifestar nuestra mejor versión a través de cada acción, momento tras momento.
  2. Disciplina: Sabes que deberías hacer algo y como te quieres lo haces independientemente si te apetece o no. La disciplina es la capacidad de actuar incluso cuando la pereza o la falta de motivación intentan socavar nuestro camino. La disciplina es el faro que nos guía cuando la tentación de abandonar se hace presente.
  3. Fuerza de voluntad: Tomas una decisión y sigues por este camino independientemente de lo que se te presenta. La fuerza de voluntad es el combustible de la disciplina, permitiéndonos controlar y dirigir conscientemente nuestros pensamientos hacia la sabiduría. Es una fuerza interna indispensable que nos impulsa a superar los obstáculos que nuestra mente genera.
  4. Presencia: Estás tranquilo, relajado. La presencia es la capacidad de estar plenamente conectados con el presente, liberando nuestra mente de ataduras al pasado o ansiedades sobre el futuro. Nos permite tomar decisiones informadas y establecer conexiones significativas con otros y con la naturaleza.
  5. Antifragilidad: Cuanto peor te encuentras y cuanto peor van las cosas, más determinado estás en seguir adelante. La antifragilidad es la capacidad de transformar las dificultades y desafíos en oportunidades de aprendizaje y crecimiento.

Estas virtudes dentro del autodominio no solo nos ayudan a superar los desafíos cotidianos, sino que también nos empoderan para enfrentar las situaciones más difíciles con resiliencia y crecimiento constante, lo cual como veremos en un momento nos hace cultivar confianza en nosotros mismos. El autodominio se convierte así en la llave que nos permite gobernarnos a nosotros mismos con sabiduría y excelencia.

PROSPERIDAD: Más allá de la riqueza material

Trabajas diligentemente y pacientemente hasta conquistar tus meta.

La prosperidad va más allá de la simple acumulación de riqueza; es, en verdad, la punta del iceberg. La palabra «prosperidad» proviene del latín y significa literalmente «avanzar con esperanza«.

Para mí, la prosperidad implica la capacidad de visualizar un futuro mejor (esperanza) y confiar en nuestra capacidad para alcanzarlo mediante el trabajo diligente (confianza) y la exploración de varios caminos (productividad). Dentro de esta perspectiva, destacan mis virtudes favoritas relacionadas con la prosperidad:

  1. Amor: Quieres a todos y todo lo que te rodeas.La habilidad de establecer una conexión profunda con nosotros mismos, con los demás y con el universo en su conjunto.
  2. Gratitud: Se te escapan las sonrisas cuando miras en tu alrededor. La gratitud consiste en no dar nada por sentado y apreciar cada experiencia y posesión. Según investigaciones, cultivar una rutina de gratitud puede aumentar el bienestar hasta en un 25%.
  3. Esperanza: Estás lleno de motivación para seguir adelante. La esperanza es capacidad de creer en un futuro mejor, lleno de posibilidades y oportunidades.
  4. Confianza: Sabes que puedes lidiar con todo lo que se te presente, incluso si esto significa fallar en el proceso. Creer en nuestras habilidades para superar obstáculos, desarrollándonos al salir de nuestra zona de confort, enfrentar desafíos y cumplir con lo que decimos o pensamos hacer. En este contexto, las dificultades se refieren principalmente a la resistencia mental que se genera en nuestra vida diaria, como las excusas que pensamos para no ir a entrenar debido a la falta de tiempo o del clima.
  5. Foco: Nada te distrae de tus metas y tareas. Es la habilidad de mantener nuestra atención centrada en nuestros objetivos y tareas que nos acercan a ellos, al mismo tiempo que alejamos distracciones que podrían apartarnos de nuestras metas.
  6. Persistencia: Pase lo que pase, sigues adelante. La persistencia es la capacidad de llevar a cabo lo que comenzamos, siguiendo nuestro camino hacia la meta incluso cuando los resultados no son inmediatos o surgen dificultades en nuestro camino.
  7. Productividad: Logras avanzar hacia tus metas de forma organizada y invirtiendo la justa cantidad de tiempo. Implica realizar tareas y alcanzar metas de manera eficiente y efectiva, maximizando nuestro tiempo y esfuerzo.

Estas virtudes, dentro del marco de la prosperidad, no solo nos guían hacia un bienestar más profundo, sino que también nos empoderan para enfrentar el futuro con confianza y determinación. La prosperidad, entendida de esta manera, se convierte en un viaje enriquecedor y significativo.

VALENTÍA: El poder de actuar a pesar del miedo

Tienes dudas y miedo, pero pasas igualmente a la acción.

La valentía es esa capacidad de actuar incluso cuando el miedo está presente en nuestra cabeza. La valentía nos acompaña cuando decidimos salir de nuestra zona de confort y enfrentar los obstáculos que se nos presentan en el camino.

Aquí te comparto algunas de mis virtudes favoritas relacionadas con la valentía:

  1. Aventura: Haces cosas nuevas de forma constante. La aventura es la capacidad de aventurarse más allá de la zona de confort, explorando nuevos obstáculos y descubriendo caminos inexplorados. La aventura es la chispa que enciende la llama del crecimiento personal.
  2. Energía vital: Cada acción que realizas la vives con entusiasmo y aprovechando al máximo la energía. La energía vital nos impulsa a abrazar cada día con pasión y determinación.
  3. Adaptabilidad: Hay cambios que podrían frenarte, pero te adaptas rápidamente a la situación. Es la habilidad de ajustarse a nuevas circunstancias. La vida está llena de cambios, y la adaptabilidad nos permite enfrentarlos con flexibilidad y resiliencia.
  4. Integridad: Sabes que la decisión que vas a tomar es difícil y te alejará de otras personas, pero acabas haciendo lo que sientes justo. La integridad se refiere a la calidad de tomar acciones coherentes con los propios valores y principios.
  5. Honestidad: Actúas con transparencia y siguiendo tu integridad, sin miedo a ser juzgado o a las consecuencias.
  6. Liderazgo: Crees en un futuro mejor y inspiras otras personas en acompañarte en tu camino. El liderazgo es la capacidad de guiar otras personas hacia una meta, crear un sentido de comunidad y de cuidar para el bienestar de todos.

Estas virtudes no solo nos inspiran a superar nuestros temores, sino que también nos capacitan para abrazar la incertidumbre y encontrar oportunidades de crecimiento en cada desafío. La valentía, junto con estas virtudes, se convierte en la fuerza motriz que nos impulsa a trascender límites y vivir una vida plena.

Preguntas y actividades para Identificar y mejorar tus virtudes flojas

Las virtudes deben estar equilibradas de manera adecuada.

El exceso en una virtud puede tener consecuencias negativas, al igual que la falta de la misma.

Para poner un ejemplo, tener un exceso de adaptabilidad puede resultar en una falta de enfoque y consistencia, llevando a una vida blanda e inestable. Por otro lado, la carencia de adaptabilidad puede generar resistencia extrema al cambio, estancamiento en las situaciones y rigidez mental. Las cosas demasiado rígidas tienden a romperse con mayor facilidad.

Teniendo esto en cuenta, me gustaría presentarte algunas preguntas para que evalúes tus virtudes principales:


Sabiduría / Sabio: ¿Me cuestiono diariamente qué es lo justo y lo correcto, o simplemente estoy viviendo en piloto automático?

  • Exceso: Actuar de manera paternalista, creyendo que siempre se sabe lo mejor.
  • Carencia: Tomar decisiones impulsivas sin considerar las consecuencias a largo plazo.
  • Ideas para balancear: Lee un libro de filosofía, reflexiona sobre tus aprendizajes de vida por la noche, reduce el tiempo dedicado a las redes sociales sin propósito, valora más la visión y el conocimiento de los demás.

Autodominio / Automaestro: ¿Mantengo la disciplina y la justicia conmigo mismo, o permito que los malos hábitos dirijan mi vida?

  • Exceso: Volverse demasiado rígido y estricto consigo mismo, sin permitir flexibilidad.
  • Carencia: Ser propenso a la procrastinación y la falta de control sobre los impulsos.
  • Ideas para balancear: Establece metas diarias y celebra tus logros al final del día, limita el consumo de alimentos poco saludables o la procrastinación de actividades importantes.

Prosperidad / Próspero: ¿Estoy avanzando hacia un futuro mejor, o me encuentro simplemente navegando en una vida mediocre?

  • Exceso: Obsesionarse con el logro de metas, descuidando aspectos emocionales y relacionales.
  • Carencia: Falta de ambición y visión para un futuro mejor. No tener ganas de salir de la cama y falta de motivación a lo largo del día.
  • Ideas para balancear: Ensaya mentalmente un futuro mejor y visualizate superando los obstáculos que se presentarán. Evita pensamientos negativos sobre tus habilidades.

Valentía /Valiente: ¿Salgo de mi zona de confort y busco nuevos desafíos, o me he refugiado en una rutina monótona?

  • Exceso: Ser temerario y buscar constantemente situaciones peligrosas.
  • Carencia: Evitar cualquier tipo de riesgo o desafío, quedándose siempre en la zona de confort.
  • Ideas para balancear: Reflexiona sobre algo que te de miedo hacer y enfrentate a este pequeño reto. Reflexiona sobre tus logros pasados que pensabas iban a ser imposible de alcanzar. Evita postergar conversaciones difíciles o decisiones importantes.

Y por si quieres profundizar, aquí te dejo más preguntas para las virtudes secundarias:


Areté / Virtuoso: ¿Actúo con virtud o permito que mi peor versión me arrastre hacia malos hábitos?

  • Exceso: Convertirse en perfeccionista, siendo autocrítico en exceso.
  • Carencia: No buscar mejorar ni esforzarse por alcanzar la mejor versión de uno mismo. Al no expresar nuestro potencial vivimos con ansiedad, frustración, depresión, vació interior, insatisfacción personal, etc.
  • Ideas para balancear: Respira hondo durante 15 segundos. Relaja tus hombros y musculos del cuerpo y preguntaté: ¿Qué debería hacer en este momento? Y finalmente raliza esta tarea.

Amor por el aprendizaje / Filomático: ¿Busco constantemente aprender algo nuevo que me estimule, o prefiero pasar el tiempo sin hacer nada o entreteniendome con el móvil/netflix?

  • Exceso: Obsesionarse con la adquisición constante de conocimientos, sin aplicarlos.
  • Carencia: Falta de interés en aprender cosas nuevas, resistencia al crecimiento personal.
  • Ideas para balancear: Dedica al menos 20 minutos al día para aprender algo nuevo y practicando.. Reduce el tiempo frente a la televisión o contenidos sin valor educativo. Para de almacenar información nueva y empieza a practicar algo que aprendiste.

Curiosidad / Curioso: ¿Descubro cosas nuevas que me llenan de disfrute y asombro, o me encuentro atrapado en una rutina aburrida? ¿Analizo lo que hago en el día a día para mejorar o lo único que me importa es pasármelo bien sin pensar demasiado?

  • Exceso: Convertirse en una distracción constante al querer explorar todo sin enfoque. Perfeccionismo, dar muchas vueltas a lo que hicimos, regañarnos por no haber hecho las cosas de otra manera.
  • Carencia: Falta de interés en observar como va nuestra vida, descubrir nuevas perspectivas y aprender de nuevas experiencias. Todo lo que hacemos es igual a siempre, por ejemplo, entrenamos sin evolucionar. Pasamos el tiempo libre con distracciones tipo instagram, netflix, etc.
  • Ideas para balancear: Imagina que vuelves a ser un niño. Investiga un tema que te llame la atención, que no entiendas completamente y busca comprenderlo mejor. Evita entretenerte con contenidos de entretenimiento de redes sociales, ya que matan tu curiosidad.

Perspectiva / Perspicaz: ¿Invierto tiempo en reflexionar sobre mi vida y mi entorno, o simplemente paso por la vida sin cuestionarme nada?

  • Exceso: Caer en el análisis excesivo, dificultando la toma de decisiones.
  • Carencia: Falta de visión a largo plazo, vivir el momento sin considerar consecuencias futuras.
  • Ideas para balancear: Reflexiona sobre el sentido de la vida. Busca entender el punto de vista de alguien con opiniones diferentes a las tuyas. Evita juzgar rápidamente las opiniones que difieren de las tuyas.

Disciplina / Disciplinado: ¿Hago lo que sé que debería hacer, o busco excusas para justificar mi falta de motivación y pereza?

  • Exceso: Ser inflexible y poco tolerante ante desviaciones de la rutina.
  • Carencia: Falta de estructura y dificultad para establecer hábitos consistentes.
  • Ideas para balancear: Establece una rutina diaria y cúmplela con consistencia. Cuando no te apetece hacer algo, visualiza tu disciplina como el musculo que estás entrenando y la acción que no te apetece hacer como la pesa que tienes que levantar para que tu disciplina se haga más fuerte. Limita la indulgencia excesiva en hábitos que no contribuyan a tus metas.

Fuerza de voluntad / Determinado: ¿Siento la motivación para hacer lo correcto, o me falta la energía para llevarlo a cabo?

  • Exceso: Volverse obsesivo, luchando contra todo, incluso lo innecesario.
  • Carencia: Dejarse llevar fácilmente por impulsos y tentaciones.
  • Ideas para balancear: Pasa de uno a tres días sin hacer nada, aburriendote a próposito para desintoxicar tu cerebro de los exceso de dopaminas. Durante este tiempo medita sobre un futuro mejor y sobre que hábitos te gustaría instalar. Cuando los niveles de activación de dopamina de tu cerebro se habrán reajustado, cualquier acción te va a parecer divertida. Cuando llegue este momento, utiliza la fuerza de voluntad que cultivaste para instalar hábito saludables que funcionen en piloto automático.

Presencia / Presente: ¿Estoy conectado con lo que sucede a mi alrededor, o mi mente está constantemente divagando en otros pensamientos?

  • Exceso: Obsesionarse con el momento presente, ignorando planificación a futuro.
  • Carencia: Estar constantemente distraído, sin disfrutar completamente del ahora.
  • Ideas para balancear: Cuando estés trabajando o paseando, presta atención plena a todos tus sentidos y observa lo que pasa en tu cuerpo y en tu alrededor. Limita el uso excesivo del teléfono móvil o la multitarea constante.

Antifragilidad / Antifrágil: ¿Disfruto de las dificultades como oportunidades de crecimiento, o las evito?

  • Exceso: Buscar constantemente situaciones desafiantes, sin considerar la estabilidad.
  • Carencia: Evitar cualquier forma de adversidad, volverse vulnerable ante el cambio.
  • Ideas para balancear: Enfrenta situaciones desafiantes con una mentalidad de aprendizaje y crecimiento. Evita resistirse o temer a los cambios inesperados.

Amor / Cuidador: ¿Cuido de mí mismo y de los demás, o me encuentro en contra de todos?

  • Exceso: Ser demasiado complaciente, sacrificando necesidades personales.
  • Carencia: Falta de conexión emocional y afectiva con uno mismo y los demás.
  • Ideas para balancear: Expresa aprecio y afecto a ti mismo y a los seres queridos diariamente. Evita alimentar resentimientos o participar en conflictos innecesarios. Busca comprender la persona que te hace enfadar.

Gratitud / Agradecido: ¿Dedico tiempo diario a apreciar lo que tengo, o me quejo constantemente de lo que falta?

  • Exceso: Sentir una gratitud exagerada por cosas pequeñas, ignorando problemas mayores.
  • Carencia: No apreciar ni reconocer las cosas positivas que se tienen.
  • Ideas para balancear: Mantén un diario de gratitud y anota tres cosas por las que estás agradecido cada día. Cuando te des cuenta de que estás pensando en negativo, frena este pensamiento deciendo mentalmente o en voz alta: «¡Alto! No necesito negatividad. En su lugar, agradezco la vida por….»

Esperanza / Optimista: ¿Invierto tiempo imaginando un futuro mejor y cómo llegaré allí, o solo me enfoco en lo malo que podría suceder?

  • Exceso: Ser optimista irracionalmente, ignorando realidades negativas.
  • Carencia: No tener ganas de salir de la cama por la mañana, falta de ambición y motivación.
  • Ideas para balancear: Visualiza un futuro positivo y trabaja en pequeños pasos hacia esos objetivos. Evita la preocupación excesiva por el futuro o el enfoque en lo negativo.

Confianza / Confiado: ¿Enfrento las dificultades para aprender y crecer, o prefiero no hacer nada para evitar ensuciarme las manos?

  • Exceso: Volverse arrogante, creyendo que no se pueden cometer errores.
  • Carencia: Duda constante en las propias habilidades y decisiones.
  • Ideas para balancear: Enfrenta pequeños desafíos y celebra tus logros. Reflexiona recordando tus logros pasados, por pequeño que sean. Evita la autocrítica excesiva o la duda constante.

(pd. recuerda que cuando hablo de dificultades me refiero a la resistencia mental que nuestro subconsciente genera cuando empezamos a salir de la zona de comfort. Suelen presentarse como excusas que nosotros mismos usamos para convencernos en no tomar la acción justa.)


Foco / Centrado: ¿Alejo las distracciones para trabajar en mis objetivos, o permito que me distraigan fácilmente?

  • Exceso: Obsesionarse con un solo objetivo, ignorando otras áreas importantes.
  • Carencia: Falta de concentración en metas específicas, dispersión constante, vida estancada.
  • Ideas para balancear: Cada día reflexiona en algo que te gustaría lograr. Luego piensa en que pequeña acción puedes realizar hoy para acercarte a esta meta. Elimina distracciones mientras trabajas, limita la procrastinación o la dispersión en múltiples tareas.

Persistencia / Persistente: ¿Trabajo arduamente para alcanzar mis metas, o las abandono ante la primera dificultad?

  • Exceso: Aferrarse demasiado a metas, incluso cuando ya no son realistas.
  • Carencia: Rendirse fácilmente ante obstáculos, falta de determinación.
  • Ideas para balancear: Supera los obstáculos y continúa trabajando hacia tus metas a pesar de los contratiempos. Reflexiona cada día sobre los beneficios de conseguir tu meta y como sería mañana si hoy lograrías este objetivo. Evita abandonar proyectos o metas ante la primera dificultad.

Productividad / Productivo: ¿Me organizo para actuar eficientemente, o me dejo llevar por el caos?

  • Exceso: Convertirse en un workaholic, descuidando descanso y equilibrio.
  • Carencia: Falta de eficiencia en la realización de tareas, procrastinación constante.
  • Ideas para balancear: Planifica tu día por la mañana y establece prioridades para realizar tareas que te acercarán a tus metas. Invierte tus primeras horas del día para estas actividades. Reduce las actividades que consumen tiempo sin aportar valor o resultados significativos.

Aventura / Aventurero o Audáz: ¿Hago algo que estimule y me saque de mi zona de confort, o vivo una vida monótona?

  • Exceso: Buscar constantemente novedades sin considerar las consecuencias.
  • Carencia: Evitar cualquier tipo de riesgo o emoción nueva.
  • Ideas para balancear: Busca realizar algo nuevo o que te haga salir fuera de tu zona de confort al menos una vez por semana. Evita la monotonía o la resistencia al cambio.

Energía vital / Entusiasmado: ¿Siento entusiasmo a lo largo del día o me falta energía? ¿Cultivo hábitos saludables que me dan energía, o tengo malos hábitos que me la quitan?

  • Exceso: Sobreexigirse constantemente, ignorando la necesidad de descanso.
  • Carencia: Falta de energía y entusiasmo, sensación constante de agotamiento.
  • Ideas para balancear: Cultiva hábitos saludables, como ejercicio regular, una dieta equilibrada y dormir 8 horas por noche. Deja de utilizar las pantallas 1 hora antes de ir a dormir ya que, aunque no te lo parezca, empeoran la calidad de tu sueño.

Adaptabilidad / Adaptable: ¿Me adapto a los cambios, o me resisto obstinadamente?

  • Exceso: Cambiar constantemente sin considerar las consecuencias a largo plazo.
  • Carencia: Resistencia extrema al cambio, dificultad para ajustarse a nuevas circunstancias.
  • Ideas para balancear: Acepta los cambios en tu vida y reflexiona en que oportunidades podrían presentarse en esta nueva situación. Evita aferrarte a rutinas inflexibles o resistirte a los cambios inevitables.

Responde honestamente a estas preguntas, preferiblemente en papel, evaluando si cada virtud tiene un equilibrio adecuado, una carencia o un exceso en tu vida.

Una vez completada esta reflexión, organiza las virtudes en dos grupos: aquellas en las que hay un exceso y aquellas en las que hay carencias.

Finalmente, reflexiona sobre cómo puedes volver a equilibrar cada virtud para avanzar hacia una vida más armoniosa y satisfactoria.

Últimas palabras

Este artículo ha sido un desafío de simplificación, pero me sirvió como reflexión sobre el trabajo que me queda para hacer, así que te saludo para pasar un buen momento de reflexión. Te animo a que tu también emprendas un momento de reflexión para trabajar hacia un futuro mejor.

Si te ha interesado el tema de las virtudes y sientes cierta confusión, estoy aquí para ayudarte.. A través de las sesiones de coaching puedes conseguir resultados más rápidamente ya que con mi experiencia y formación puedo acompañarte en el proceso.

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