Explota los malos días para crecer

3 minutos de lectura
Expresa tu mejor versión
Expresa tu mejor versión
Explota los malos días para crecer
/

«La diferencia entre un campeón y un deportista regular se ve en los días malos. El rendimiento de un campeón en sus peores días es más elevado que lo de cualquier otro atleta en sus mejores días. Por esto se considera un campeón.»

Anónimo

¿Quieres ser un campeón?

Soy Valerio de Emergemos y hoy hablamos de como transfórmanos en campeones humanos, de como dejar emerger al guerrero sabio que vive en nosotros.

Es natural tener malos días.

Es humano.

Aceptar su existencia es el primer paso para transformarnos en campeones.

Gracias a los malos días podemos descansar, recuperar y elevar nuestros estándares.

La siguiente vez que tengas un mal día, no destruyas tu confianza con la frustración y la sensación de ser inútil.

No te pongas a comparar tu día con uno de los días mejores.

Piensa en como simplificar tu día lo suficiente para que vaya bien.

Y si al final quieres comparar, haz comparaciones con tus pasados días malos y agradece la oportunidad de poder elevar tus estándares a través de la práctica.

Gracias a la práctica, mis días malos de hoy son espléndidos si comparados con los mejores que tuve hace 5 o 10 años.

Hace 7 días, por ejemplo, tuve un «día malo» y resulta qué, al final del día, resultó ser espléndido.

Así es como me fue:

Lo qué hice en un día malo: meditar, journaling, entrenamiento calistenia, hacer entrenamiento de movilidad, 16 horas de ayuno, despertarme pronto, planificar el día, estudiar, controlar y revisar mis financias, cuidar mi éstetica, agradecer, revisar como fue el día, conseguir el objetivo número 1 de mi trabajo, planificar tareas de trabajo, cuidar de casa, escuchar activamente a alguien, hacer la cama, hablar con alguien sin tener el móvil encima, appreciar una persona o una cosa, appreciar mi mismo.

COMO TRANSFORMO LOS MALOS DÍAS

1 – ACEPTAR: Entiendo y acepto que estoy teniendo un mal día notando mis malos hábitos o nivel de motivación.

2 – ADAPTAR: Me comprometo en adaptar mi rutina de acuerdo con mi energía – es decir, bajo el nivel de dificultad de cada acción que tengo que llevar a cabo. La seguridad de no pretender demasiado lo rinde todo más simple.

3 – ACTIVACIÓN: Tomo un pequeño, simple paso hacia lo que sé que es justo que haga, sabiendo que me pediré mucho menos, ya que estoy teniendo un mal día.

4 – REALIZACIÓN: Una vez en movimiento, el poder de mi rutina no me suele hace parar. En lugar que hacer 20 minutos de meditación, solo me pongo como objetivo 15 segundos – si lo logro puedo parar cuando quiero. Al final, sin darme cuenta, acabo meditando igualmente 20 minutos.

#EJERCICIO

  • Reflexiona sobre las acciones que podrían ser un indicador de que estás teniendo un mal día… ¿Qué acciones suelo realizar en mis peores días? (ejemplo: perder mucho tiempo en youtube, no querer levantar de la cama, no tener ganas de limpiar, no organizar el día, buscar comida basura, etc.)
  • ¿Qué hábitos o acciones suelo seguir en mis mejores días? (mínimo 3)
  • ¿Cómo puedo hacerlos lo suficientemente simples para que pueda comenzar y terminarlos con facilidad?
  • Una vez acabado el día… ¿Qué logré hoy? ¿Noto un crecimiento en comparación a mi último peor día?

Te agradezco mucho de que hayas tomado el tiempo de escuchar mis reflexiones y aprendizajes.

Espero te sean útiles para emerger.

Un fuerte abrazo.

Emergemos.


Publicado

en