+1% – Las quejas de tu pareja son la salvación

3 minutos de lectura


Tu pareja dice: «¿Cómo puedes pasar tanto tiempo frente al televisor cuando el alquiler vence en unos días, estamos atrasados en los pagos del auto y acabas de perder tu trabajo?»
«No te preocupes, tengo una entrevista de trabajo mañana.»
«Bueno, ¡entonces levántate! Dijiste que ibas a limpiar el garaje hace semanas. ¡Apenas puedo llegar al auto!»
«Está bien, está bien. Limpiaré el garaje esta tarde.»

Tu pareja deja de hablar y sigue con sus asuntos, pero puedes sentir su enojo y tensión en ebullición. Quieres salir de la casa.
«Volveré en unas horas y limpiaré el garaje.»
Oyes un vaso romperse en la cocina, así que entras y encuentras a tu esposa furiosa. «¡No puedo soportar esto más!»
«No entiendo. Dije que limpiaría el garaje. Tengo una entrevista de trabajo mañana. Todo va a estar bien. ¿Qué quieres?»
Probablemente hayas tenido alguna versión de esta conversación con tu pareja. Revela un error común que los hombres cometen con sus mujeres.

Lo de que tu mujer se está quejando rara vez es lo que está lamentando. Es un error creer en el contenido de lo que está diciendo y luego responder punto por punto.

Cuando se queja de problemas financieros, generalmente siente una falta en tu capacidad masculina para dirigir tu vida con claridad, propósito, integridad y sabiduría. El dinero en sí mismo es secundario. Si fueras pobre pero totalmente consciente, feliz, lleno de integridad, sin miedo, humorístico, amoroso y dando lo mejor de ti al mundo y a tu mujer, ella no se quejaría por falta de dinero.

Cuando dices que limpiarás el garaje y luego no lo haces, ella se quejará, pero este es un problema superficial.

El problema más profundo es que no hiciste lo que dijiste que harías. Le diste tu palabra y no la cumpliste. No puede confiar en ti, y esto la hiere profundamente.

Debes escuchar a tu mujer más como un oráculo que como una consejera. Está revelando tus hábitos inconscientes que impiden tu pleno despertar en la conciencia. Tu inconsciencia le causa dolor.

Traducido de «The way of the superior man» de David Deida.


Qué revelación. Nuestras compañeras tienen la capacidad de ver nuestro potencial aunque esté dormido. En varias ocasiones Marina me dijo: «Sé que puedes hacer mucho más.»

Cuando era soltero, mi única aspiración era ser un mileurista y no tener demasiados dolores de cabeza. Quería una vida tranquila. Aunque me hubiera gustado tener familia, estaba seguro de que no iba a encontrar una mujer que encajara con mi personalidad caótica y energética.

Avanzamos unos años hacia adelante, y empecé a querer a Marina. De repente se despertaron grandes ambiciones en mí.

No quería conformarme con una vida cualquiera. Quiero vivir una vida extraordinaria y dar lo mejor a mi familia y a mi comunidad. Para lograrlo tomé la decisión de lanzarme a la aventura, crecer y madurar.

Esto implica enfrentarse a muchos problemas y dificultades. Inevitablemente, surgen dificultades que agotan la energía. Precisamente en estos momentos, Marina comienza a quejarse de las cosas.

Cuando Marina me ve pasar más horas de la cuenta jugando al ajedrez, no se queja de que esté jugando al ajedrez, sino que se queja de que ve que he perdido pasión, propósito, integridad y, sobre todo, presencia.

Este texto me reveló algo. Cuando Marina se queja es porque me quiere muchísimo. Seguramente en el futuro volveré a enfrentarme a algún obstáculo muy grande que me hará perder la motivación. Y entonces, Marina se quejará. Pero estaré allí esperando para celebrar su amor hacia mí y agradecer a la vida por haber logrado cruzar mi camino con el suyo.


Publicado

en

Etiquetas: